Durante la
última década el Internet de las Cosas (IoT) se ha ido introduciendo en nuestras
vidas poco a poco gracias a la disponibilidad de los sistemas de comunicación
inalámbricos.
Hoy en día
el concepto de IoT abarca muchas tecnologías diferentes, servicios y normas, y
es ampliamente percibido como la piedra angular de las TICs para los próximos
10 años.
Hemos
llegado a una nueva era, la era de la conectividad. En cualquier comento, en
cualquier lugar y con cualquier persona, podemos conectarnos. Las conexiones se
multiplican y crean una nueva red dinámica, que puede ofrecer beneficios tangibles
al medio ambiente, a los individuos, la sociedad y los negocios, mediante la
creación de aplicaciones inteligentes, servicios y productos que permitan la
interconexión.
El IoT tiene
enormes potencialidades para el desarrollo de nuevas aplicaciones inteligentes
en casi todos los campos. Esto se debe a su doble capacidad de realizar
detección situada (recopilación de información, parámetros, hábitos, etc.) y
ofrecer servicios adaptados de acuerdo a la información recopilada. Independientemente
del ámbito de aplicación, el objetivo del IoT es mejorar la calidad de vida del
día a día, cubriendo tres grandes dominios: el industrial, el de ciudad
inteligente, y el de salud y bienestar. Los tres dominios se superponen y las
aplicaciones se comparten. Algunos campos de aplicación pertenecientes a estos
tres dominios se muestran a continuación.
Desde un
punto de vista lógico, un sistema de IoT es un conjunto de dispositivos
inteligentes que interactúan entre sí, sobre una base de colaboración, para
cumplir con un objetivo en común. Pueden adoptar diferentes arquitecturas de
procesamiento y comunicación, tecnologías y metodologías de diseño, en función
de su objetivo. Loa dispositivos recogen información ambiental, tienen acceso a
recursos y a servicios virtualizados. Y si bien todas estas nuevas tecnologías
y aplicaciones nacen con el fin de facilitar la vida, su alto nivel de
heterogeneidad y la amplia escala de los sistemas, magnifica la posibilidad de
tener amenazas de seguridad en el internet actual, pues está siendo utilizado
para permitir la interacción de humanos, máquinas y robots, en cualquier
combinación.
En más
detalle, las contramedidas de seguridad tradicionales y la aplicación de
privacidad no se pueden aplicar directamente a las tecnologías del IoT debido a
su potencia de cálculo limitada, además de que el alto número de dispositivos
interconectados causa problemas de escalabilidad. Es necesaria la definición de
modelos de seguridad, privacidad y confidencialidad adecuados para el contexto
de la aplicación. La seguridad, el anonimato de los datos, la confidencialidad y la integridad deben de ser garantizados,
así como los mecanismos de autentificación y autorización, con el fin de que
usuarios no autorizados (humanos u otros dispositivos) no puedan acceder al
sistema.
La confianza
entorno al IoT es un tema fundamental, pues los dispositivos tienen que
procesar y manejar datos de acuerdo con la necesidades del usuario y sus
derechos. La información confidencial y la protección de los datos debe de ser
asegurada, porque existe mucha información sensible, como los hábitos del
usuario, que puede ser utilizada para causar un daño.
Los principales
retos de seguridad son los siguientes, siendo los más importantes la autentificación, confidencialidad y control de acceso.
Existe lo
que es la Gobernanza de Tecnologías de la Información que es un proceso por el
cual se puede administrar el riesgo en relación a los proyectos que involucren
tecnología. Así mismo existen distintos marcos de referencia que son adecuados
para reducir los riesgos, como COBIT o ITIL, que son los más utilizados en el
mercado, y que pueden ser una herramienta indispensable para este nuevo tipo de
tecnologías.
La continua
actualización y el desarrollo de nuevas tecnologías, ha traído consigo una nueva
era de interconexión. El IoT nace con el objetivo de ayudar y apoyar en
distintas áreas de la vida humana. Existen aplicaciones realmente útiles en la
medicina, la comunicación, la arquitectura, la salud, la movilización, entre
otras. Sin embargo los retos, así como sus beneficios, también son grandes, y
proponer soluciones a los diferentes problemas que se están presentando es
indispensable.
Se deben de
diseñar soluciones adecuadas e innovadoras que puedan garantizar el
cumplimiento de las políticas de privacidad y seguridad requeridas. Es
necesario un gran esfuerzo para hacer frente a las limitaciones de protección existentes,
ya que el IoT es un paradigma emergente, muy dinámico, que está evolucionando
continuamente. Y el establecer un marco de referencia o alguna metodología que
pueda ayudar a mitigar los riesgos y salvaguardar la seguridad de la
información de los usuarios es indispensable.
Yo en lo
personal pienso que el IoT es algo muy bueno, y me encuentro a favor de su uso,
sin embargo si es importante no dejar de lado un tema tan importante como lo es
la seguridad y la confidencialidad de la información que se procesa mediante
las aplicaciones.
Referencias
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applications and open issues. Obtenido de
ScienceDirect: http://0-www.sciencedirect.com.millenium.itesm.mx/science/article/pii/S0140366414003168
Pye, A. (2014). THE INTERNET OF THINGS connecting
the unconnected. Engineering & Technology (17509637), 9(11), 64-70.
Sicari, S., Rizzardi, A., Grieco, L., & Coen-Porisini, A.
(18 de Noviembre de 2014). Security,
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http://0-www.sciencedirect.com.millenium.itesm.mx/science/article/pii/S1389128614003971
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